Presupuesto de Miami-Dade espantó al progreso del condado

El alcalde Carlos Giménez y su equipo prorratearon entre los departamentos gubernativos de Miami-Dade el dinero público, acto al que eufemísticamente llaman “balancear el presupuesto”. Después, ellos pasaron esos cálculos a la Junta de Comisionados donde  -con maquillaje de análisis ficticios y creyón labial de legalidad-  se completó el espantajo de presupuesto que ahuyentó al progreso social de este condado, a lo menos por otro año fiscal.

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Sin lugar a dudas, los fondos aprobados para el período 2014-2015 revelan que el Departamento del Tasador de la Propiedad (Property Appraiser) recibirá 3 por ciento más para salarios y 20 por ciento más para beneficios complementarios de los empleados, que incluyen bonos en efectivo, días de ausencia por enfermedad con paga y otros comprendidos en la denominación “fringe benefits”, no obstante que ese departamento tendrá siete trabajadores menos (ver enlace 1, página 177).

De igual forma, a Parques, Recreación y Espacios Abiertos (Parks, Recreation and Open Spaces) se le incrementó 7 por ciento para salarios y 16 por ciento para beneficios complementarios de los asalariados de una sección operando con 76 posiciones menos (ver enlace 1, página 170).

La argucia utilizada por el alcalde Giménez y su equipo para ocultar el despilfarro de fondos aminorando salario en algunos casos queda al descubierto cuando por otra parte se les exagera los beneficios complementarios como se verifica en el Departamento de Acción Comunitaria y Servicios Humanos (Community Action and Human Services) al que, con 24 trabajadores menos, se le redujo uno por ciento para salarios pero se le aumentó en 7 por ciento los privilegios (ver enlace 1, página 172).

Cobran mayor importancia las asignaciones de dinero para el Departamento de Obras Públicas y Manejo de Residuos (Public Work and Waste Management) al que, con 38 empleados menos que el pasado año fiscal, se le agigantaron los fondos en 116 por ciento y 154 por ciento para salarios y beneficios complementarios (ver enlace 1, página 168).

Otra incoherente decisión de los gobernantes del condado se evidencia cuando extendieron la paga en 5 por ciento y los beneficios en 23 por ciento a los trabajadores de Homeless Trust, departamento a cargo de reducir el número de indigentes en las calles de Miami-Dade, pero rebajaron en 29 por ciento los fondos para cumplir con los servicios contractuales y otras operaciones en favor de esos desamparados (ver enlace 1, página 173).

La arbitrariedad impera en el presupuesto del condado como demuestra el hecho de cerrar, por no asignación de fondos, la Oficina de Derechos Humanos y Justo Empleo (Human Rights and Fair Employment) encargada de entrenar a los funcionarios en el cumplimiento de las leyes y de procesar reclamaciones por discriminación, desempleo arbitrario y otras ilegalidades cometidas contra empleados del gobierno local (ver enlace 1, página 176).

Sin embargo la prensa local no investiga estos temas, tampoco cuestiona los errores o desmanes del gobierno y  -por lo general-  se limita a repetir los comunicados o declaraciones de los oficiales como confirma el reporte del “involuntario” equívoco hallado en el presupuesto 2014-2015 por el cual, según  editorial contenido en texto al pie de la foto, “El alcalde… reaccionó con rapidez al error cometido por uno de sus funcionarios…” (ver enlace 2).

Menos aún se trataron esos problemas en las seis reuniones públicas que, en cumplimiento de la ley estatal, tuvieron lugar en Miami-Dade antes de la aprobación del presupuesto (ver enlace 2).

Por su parte los integrantes de la Junta de Comisionados  -electos para velar por el desarrollo económico, político y social de los residentes en cada jurisdicción-  no criticaron el derroche de dinero evidente en el presupuesto del condado; no señalaron la ausencia de planes para sacar de la marginación a quienes subsisten por debajo del nivel de pobreza (19.1 por ciento según estadísticas federales, ver enlace 3); y no consideraron alguna acción de emergencia para erradicar el 6.8 por ciento de desempleo o para detener la desconocida pero galopante tasa de subempleo (part time)  imperante en el condado.

Tampoco allí se debatió sobre la creación de programas para enfrentar el alza sistemática de precios en los seguros para viviendas y vehículos de motor o el impagable precio de la electricidad causado por la codicia de la Florida Power and Light Company pero, abandonando a sus electores, los comisionados le dieron el espaldarazo al mamarracho de presupuesto confeccionado por el alcalde Giménez y su equipo.

Ahora que ese espantajo presupuestario ha sido legalmente erguido en el ayuntamiento, se puede afirmar que los funcionarios de Miami-Dade contravienen los pilares de la democracia cuando protegen el bienestar de la minoría oficialista pero al mismo tiempo ahuyentan el progreso para la mayoría de los residentes del condado.

Enlaces Relacionados:

  1. http://www.miamidade.gov/budget/library/FY2014-15/proposed/volume1/FY2014-15-proposed-volume1.pdf
  2. http://www.diariolasamericas.com/4842_locales/2803769_un-error-obliga-a-aprobar-de-nuevo-el-presupuesto-de-miami-dade.html
  3. http://quickfacts.census.gov/qfd/states/12/12086.html